La historia del baloncesto femenino comenzó en 1892 en el Smith College de Massachusetts con Senda Berenson, camiseta de los bulls una profesora de educación física. Poco acierto en el equipo de Steve Kerr que falla mucho incluso a dos metros del aro como ha pasado con Livingston en la última jugada. Si hay algo que le da un mal nombre a un macho, es el hecho de tratar mal a las mujeres, menospreciarlas, deshumanizarlas y ser grosero en general.